
La evolución de las bicis, con materiales como el carbono, geometrías más acertadas y ruedas de mayor tamaño permiten más posibilidades. Y seguramente te hayas planteado montar una horquilla rígida de 29.
Ésta es una opción que gana adeptos en esto del mountain bike y que puede ser un acierto en según qué terrenos. Veamos por qué.
Horquilla rígida de 29: a la aventura
Las bicis de gama media-alta vienen equipadas con unas horquillas de suspensiónrealmente acertadas.
Marcas como Fox, Rock Shock, Dt Swiss y otras muchas que hay en el mercado han logrado productos que funcionan realmente bien. Que responden en todos los terrenos ante las exigencias de cualquier tipo de ciclista. Sin embargo, les falta la chispa de una rígida.
Prescindir de la suspensión es una decisión de valientes, es cierto; pero también una vuelta al pasado y todo un reto a la hora de conducir.

¿Qué implica una conducir con una horquilla rígida de 29?
Empecemos rompiendo mitos. El carbono absorbe, sí, pero no te pienses que una horquilla rígida se parece en algo a una suspensión.
Olvídate de eso de que flexa, de que chupa vibraciones, de que va a ser mantequilla… nada de nada. Es rígida y se comporta como tal. Pero aún así es muy divertida.
Conducción con una horquilla rígida
Una horquilla rígida implica un cambio en la forma de llevar la bici. Hay que ser más fino, más técnico, buscar la mejor línea y, a veces, cerrar los ojos y rezar (quienes crean) para que todo salga bien.
Un punto de incertidumbre y emoción que suma un plus de diversión a esto de montar en bicicleta de montaña.

Ventajas de una horquilla rígida de 29
Una horquilla rígida de 29 tiene un buen número de ventajas, en serio. Veamos cuáles son:
- Reducción de peso: ésta es la primera y la más evidente. Este tipo de horquillas de carbono suelen pesar unos 500 gramos, más o menos un kilo menos que una de suspensión.
- Más tracción: la mayoría de las suspensiones vienen equipadas con bloqueo, pero siempre dejan algo de margen por donde se pierde fuerza de la pedalada. En las rígidas no se desperdicia nada por el camino.
- Mejora de la técnica de conducción: por pura supervivencia se acaba aprendiendo a llevar mejor la bici y se gana técnica, algo que se nota enormemente cuando se vuelve a la amortiguación.
- Fortalecimiento del tren superior: en el ciclismo de montaña se ejercita todo el cuerpo. Y con una horquilla rígida se trabaja más la parte superior del cuerpo. Especialmente los brazos, que son los primeros en recibir las irregularidades del terreno.
Inconvenientes de una horquilla rígida
Como todo en esta vida, las horquillas rígidas de 29 tienen aspectos negativos, que te contamos a continuación.
- Incómodas en terrenos irregulares: la falta de suspensión hace que sean incómodas cuando pasas por suelos rotos o muy bacheados.
- Incremento del cansancio: es consecuencia lógica de que tus brazos absorban el perfil del terreno. Te aseguramos que después de una baja técnica bacheada, con escalones y piedras necesitarás parar para saber si lo tienes todo en su sitio.

Ahora la decisión es tuya. Pero debes saber que este tipo de horquillas te cambian la manera de entender la bici y te acercan a un estilo mucho más puro.
Los precios de las horquillas rígidas de 29 son bastante ajustados y por algo más de 100 euros puedes conseguir algo medio decente. Y es muy buena idea tenerla en casa y montarla cuando hagas rutas sencillas y de pisteo.
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